martes, 13 de enero de 2009

La aventura de ser docente

Reflexiones desde otras perspectivas basadas en el articulo “La aventura de ser maestro”

Como lo comenta el autor Esteve, en el camino del ser docente he aprendido por ensayo y error. El ser docente me hace sentirme cada día comprometido con los jóvenes alumnos en su preparación académica, y que esto se logra comprometiéndome cada día, sentirme útil, valorar mi trabajo y que cada día sea una experiencia donde pueda decir “Que orgullo siento de ser maestro”.
Que no llegue a ser una persona mediocre sino que cada día pueda inyectarme dosis de ánimo, alegría, motivando a cada alumno a ser una persona emprendedora, capaz de lograr sus metas, comprenderse a si mismo, porque de aquí parte lo más importante que es ser feliz y hacer feliz a los que nos rodean.
Todo esto implica retos que como docente tengo que lograrlos. Recuerdo como fueron mis primeras clases. Siempre he sido una persona ansiosa de ver, de experimentar que pasa, y cuando estuve frente al grupo pasó lo que el autor dice e el artículo (ansiedad, nervios, miedo, y a la vez agradecido con Dios y con la vida de tener un trabajo, etc.). en el transcurso del tiempo me he puesto a analizar mi trabajo y no pierdo de vista lo que mi esposa me decía, “el trabajo de ser docente es una responsabilidad muy grande, pero que quizá no se ve que tanto se ven afectados los alumnos como en el caso de un doctor que realiza una operación, no puede equivocarse porque los resultados son lamentables”. Hoy más que nuca me siento comprometido y que con la reforma cunicular y la reforma integral, veo primero que me siento reformado, he cambiado mi perspectiva, pasa lo que dice el autor “un proceso autentico de reconversión”. Con la carrera y maestría tengo los conocimientos pero es necesario trabajar más sobre lo realidad que vivo con los alumnos en cada clase. Enfrentarme día a día y haciendo un autoanálisis o examen de conciencia sobre mí hacer educativo. Que no descuide aspectos como la comunicación que es una de las herramientas básicas para llegar a hacer pensar y sentir a los alumnos; hacer sentir confianza al grupo sin tener que llegar a ser una persona autoritaria, sino que al contrario, que sea capaz de que el alumno sea critico constructivo, trabajar en armonía, establecer los contratos de trabajo docente-alumno. Todo esto, se hace en el plantel donde trabajo a través de la integración del portafolio de evidencias de cada alumno, donde es necesario que escriba cuál es su reflexión critica hacia el maestro, el desarrollo de las clases, trabajo en equipo, qué funciona y que no, compromisos de cada alumno.
Me siento feliz de poder prepararme y poder terminar mi escrito con la frase del autor Esteve “me queda el desafío de saber y la pasión por comunicarlo, enseñando a los alumnos a enfrentarse consigo mismos”.

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